Construir virtualizando


-Lo que la Odisea hizo con el Mediterráneo, o el viaje de los dos niños hizo con Francia, los Viajes Extraordinarios de Julio Verne lo realizaron con la Tierra y su entorno planetario. En total, estos relatos dan a cada época su mundo, la traen al mundo, sí, como una madre trae al mundo a su hijo. Hechizan la geografía, sus mapas y sus paisajes, con su entusiasmo, para construir, con un optimismo reflexivo y mesurado, maternal, el universo, antiguo y nuevo, de los adultos niños. Estos maestros, a quienes debimos la vida y la inteligencia, nos mostraron también la belleza del mundo. 
Singularidad de nuestro siglo, las redes de comunicación hacen realidad los espacios virtuales que en otros tiempos estuvieron reservados a los sueños y a las representaciones: mundo en construcción en el que, deslocalizados, localizamos y desplazamos, espacio menos alejado de lo que se piensa del antiguo territorio, ya que no hace mucho tiempo, los que permanecían apegados a la tierra vivían en lo virtual tanto como nosotros, aunque sin tecnologías adaptadas. Este nuevo mundo, simplemente despegado, virtualmente global, exige un mismo entusiasmo, sabio y comedido, el mismo optimismo positivo y el mismo sentido de la belleza, sin la que ningún aprendizaje puede ser eficaz.

SERRES, Michel. Atlas. Cátedra, 1994 (p. 15)